Atalanta conocía su destino desde el mismo momento en que fue derrotada por el que mañana sería su marido, sin embargo, antes de que rompiera su juramento a Artemisa haría una última carrera en su honor.
Iba ataviada con la ropa de cuero que siempre había usado para cazar aunque Hipónemes insistía en que vistiera ropas de mujer este último disfrute no se lo quitaría nadie.